La idea es muy sencilla. Los participantes tendrán que recorrer un circuito de una distancia pre-establecida en menos de 60 minutos. Transcurrido ese tiempo, tendrán que realizarlo de nuevo, y así sucesivamente. Por lo tanto, el objetivo final es también muy sencillo, hacer tantas vueltas dentro del tiempo establecido como sea posible.
Los corredores deben completar una distancia de 6.7 kilómetros en un máximo de una hora. A la hora siguiente los corredores deben repetir el circuito (cada vuelta es llamada "loop"). Y así sucesivamente. Este ciclo se repite hora tras hora. Los participantes recorren una y otra vez la misma ruta, que por su extensión cada 24 vueltas equivalen a las míticas 100 millas (o 160 Kilómetros).
Se considerará GANAD@r de la prueba a la última persona que complete en solitario y en tiempo la vuelta. Si no consigue realizar ese último Loop en menos de una hora o se retira, la edición quedará sin vencedor. El resto de inscritos tendrán la consideración de participantes, sin más detalles.
La carrera finalizará cuando quede un sólo corredor en carrera y complete, en solitario, una última vuelta final. Si lo consigue, será declarado oficialmente como FINISHER.
Puede que el ganador haya realizado el circuito esas 24 veces antes de que todo termine. O tal vez no, y haya sido necesario hacer nuevos loops, quién sabe... Cada edición es única. Esa es la magia de una Backyard Ultra.